SOY UN GORDITO FELIZ...


Hace 4 años esa era mi frase favorita, pesaba 220 libras y a mis 26 años estaba en obesidad 2 y mi edad metabólica era la de hombre de 55 años, vivía con serios problemas de cansancio, gastritis y un dolor de espalda y talones que hacían que mi día fuera un verdadero martirio, al despertar el dolor en los talones era tan fuerte que me tocaba caminar de puntillas a medida mi cuerpo se iba acoplando al dolor.
Mi jornada laboral comenzaba a las 4 am de profesión soy chef así que se me hacía demasiado difícil empezar una dieta ya que me encanta cocinar y a la vez me encanta comer, sin embargo, no toda mi vida fui una persona con sobrepeso, durante mi niñez y adolescencia fui una persona muy activa, jugaba voleibol de manera profesional, representé a mi país, fui federado etc.
El problema empezó cuando entre a trabajar en restaurantes, los horarios de trabajo, mala alimentación, falta de ejercicio y el sedentarismo hicieron que desde los 21 años a los 26 años llegara a tener un sobrepeso de 50 libras.

Ahora volviendo al tema ¿de verdad era un gordito feliz? Y la respuesta es NO, nunca fui un gordito feliz y déjame decirte que no existen ni existirán los gordos felices, pero y si no era feliz por ¿Por qué decir esa frase? Simple respuesta por comodidad y cobardía.

¿Y por qué no era feliz? Bueno como te decía al principio: dolores de cuerpo, cansancio, no me quedaba la ropa, encontrar de mi talla era difícil, dormía mal, me incomodaba mi obesidad etc.
Ahora con 31 años, 60 libras menos, edad metabólica 27 años y sin dolores de cuerpo te puedo decir es mejor ser delgado que un supuesto gordito feliz, mi consejo no lo hagas por belleza y
vanidad, hazlo por ti y por tu salud total tarde o temprano tu cuerpo te pasara la factura de cómo lo cuidaste y recuerda algo al final de toda la decisión es completamente tuya.

Tu amigo y coach
 Oscar Cantarelli
Entrenador certificado y Coach de Nutrición y Salud

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