UN PLAN SIMPLE QUE TE LLEVARÁ A LA PROSPERIDAD, por Randy Gage
Este día he sido tocado por las palabras de un grande, que con un simple articulo, me ha abierto los ojos a mi mundo interno, ese que no tengo del todo en orden, pero que ahora se como alinearlo, se que así como me impactó a mi, te impactará a ti, lee y haz tuyas las palabras de Randy Gage, que las disfrutes...
No
se trata de la meta. No se trata de la visión. Vivir una vida de verdadera
prosperidad tiene todo qué ver con tus hábitos.
¿Cómo
termina una persona a los 70 años, trabajando aún en Walmart, luchando para
pagar sus cuentas, con sobrepeso, con ocho medicamentos, con problemas de
salud? Sin embargo, otro de 70 años de edad está llevando una vida vibrante de
jubilación y pasatiempos, con su casa pagada, sin deuda, llena de energía y
viviendo cómodamente.
¿Qué causó la diferencia?
Probablemente
podamos rastrearlo a los hábitos que tenía cuando tenían 30 años.
Puedes
establecer objetivos, crear una visión, pensar en positivo, hacer afirmaciones,
quemar incienso y mirar el secreto todas las mañanas. Pero tu vida y resultados
nunca cambian hasta que cambies tus hábitos.
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Despertar
y alcanzar la mesita de noche de tu teléfono celular es un hábito. Entonces, te
estás despertando y buscando en la mesita de noche tu copia manoseada de “Así
Como Piensa el Hombre”.
Que
te paguen, pagar tus facturas urgentes y gastar el resto es un hábito. Recibir
un salario, reservar una porción de ahorros e inversiones, y luego vivir del
resto es un hábito.
Comenzar
el día con ejercicio cardiovascular es un hábito. O tu hábito podría ser ir a
través de una ventana a través de un sándwich hecho con dos panqueques que
rodean la salchicha y el queso.
Tu
hábito podría ser volver a casa del trabajo, quitarte los zapatos, pedir una
pizza y Netflix. O tu hábito podría ser volver a casa del trabajo, ir al
gimnasio, ducharte y jugar con los niños.
Comenzando
el día con un café con leche doble, mocha-loca caramelo macchiato dolce latte
es un hábito. Entonces es comenzar el día con un té de hierbas con miel o
stevia.
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Podrías
decirle a tu pareja: “No me esperes, llegaré tarde”, y así todos los días. O
podrías decirle a tu pareja: “Adiós, te amo”, antes de irte todos los días.
¿Qué te depara el futuro? La respuesta es bastante simple… Tu futuro es el resultado de tus hábitos diarios.
via: Blog Randy Gage
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